Trilogía de Copenhague.
“La infancia es larga y estrecha como un ataúd, y no se puede escapar de ella sin ayuda”
—Tove Ditlevsen
Tove Ditlevsen fue una escritora y poeta danesa nacida en 1917. Recuerda a Alfonsina Storni y Alejandra Pizarnik, mujeres excepcionales que decidieron abandonar este mundo bajo sus propios términos: el suicidio. Poetas que desde muy jóvenes encontraron en las letras una forma de expresar todo lo que fluía en su interior. Esta tercia tiene en común la poesía con un aura algo trágica más llena de belleza. Nos presentan golpes de realidad al tratar temas de los que no se hablaba en su época como el aborto, el divorcio, la sexualidad, el erotismo… reclamando el derecho a ser mujeres sin ataduras.
Mi primer contacto con Tove se da a través de Trilogía de Copenhague que se compone de tres novelas biográficas: Infancia (1967), Juventud (1967) y Dependencia (1971). A pesar de haber sido escritas hace tantos años, llegaron a manos de hispanohablantes hasta el año 2021 de la mano de la editorial Seix Barral. Tras su lectura se ha convertido en uno de mis favoritos. Es tanto lo que me inspiró, que no encuentro las palabras para presentarla, pues no puede ser colocada dentro de una caja. Puedo intentar decir que es una mujer de talento extraordinario, famosa, extravagante, torturada, de una aguda inteligencia que no le permite permanecer impasible ante los defectos o debilidades propias y ajenas.
Narrada en primera persona haciendo uso de una sintaxis sencilla, Ditlevsen habla de su vida con una desgarradora honestidad y una bellísima prosa poética, que viví perdida en ella de principio a fin. Escribe verdades dolorosas: la soledad de una niñez a la sombra de una madre distante; una juventud marcada por la distopía creada por la segunda guerra mundial y una adultez plagada por la dependencia a las drogas. Valientemente retrata la vida de las mujeres a su alrededor, siendo la maternidad uno de los hilos conductores de esta obra. Escribe sin tapujos ni juicios cómo es ejercido el papel de madre, no necesariamente cumpliéndose con el modelo de la abnegada. Imposible que no hable entonces del aborto, un tema controversial. A veces triste y macabra, otras divertida como una comedia negra, no creo que alguien pueda quedar impasible ante la fuerza de sus palabras.
La autora describe también su proceso frenético de escribir, como si la vida solo existiera para ello, descolocando fuera de su mirada parejas, hijos, padres, amigos. Criada en medio de la pobreza, ésta se filtra entre las páginas para mostrar a una hija del pueblo que se rebela ante el mundo cuando le dicen que una niña no puede ser poeta. Su objetivo es entonces demostrar que si es factible y, de paso, escapar de la miseria pues hay quién “No sabe lo que es ser pobre y tener que vender casi todo tu tiempo para sobrevivir.”
Es una obra reveladora pues la protagonista de la historia es una persona real, imperfecta y humana que se presenta a sí misma con toda su falibilidad. Desnuda el alma sin filtros, sin pretender ser una heroína. Su hechizo todavía pesa sobre mí, por lo que seguiré buscando su obra y a la espera de que sus poesías sean traducidas al inglés o al español. Recomiendo mucho ser parte del redescubrimiento de esta escritora excepcional leyendo Trilogía de Copenhague.
Trilogía de Copenhague
Tove Ditlevsen
Seix Barral
432 páginas