A mi tía Lety le gustaba pintarse los labios de rojo, la recuerdo siempre así, con la boca muy colorada. Cuando era una niña que vivía con una mamá que no usaba ni una gota de maquillaje, creía que mi tía se pintaba los labios de ese color porque su esposo y sus hijas se apellidan Rojo. ¡Bendita imaginación!
Mi tía y mis primas vivían en Guamúchil, Sinaloa, todas las vacaciones de verano venían a visitar an mis abuelos. Recuerdo que cada año mi tía preparaba tamales de elote en la cochera de la casa del parque y me llamaba la atención que las hojas del elote eran frescas y verdes y no amarillas y secas como las de los tamales que comíamos en navidad, tampoco podía faltar su famoso pollo estilo Kentucky fried chicken al que solo le comía la costrita de pan frito. Mi tía cocinaba muy rico, sabía coser a máquina y cortar el cabello, seguro hacía muchas cosas más que hasta la fecha desconozco. Tengo como recuerdo un pie de de cama pintado a mano por ella. En esos veranos recorría sola con sus cuatro hijas en autobús los más de mil kilómetros que separan León de Guamúchil, cuando mis primas empezaron a vivir en Aguascalientes porque ahí estudiaron la universidad, viajaba para visitarlas y pasar una temporada con ellas, la mayoría de las veces aprovechaba y pasaba a León a vernos, viajaba sola.
Mi tía era muy alegre siempre con su acento sinaloense, después de tantos años olvidó el acento leonés y adoptó el del lugar que fue su hogar durante la mayor parte de su vida, mi tía era chiquita heredó la estatura de mi abuelita María y me la recordaba mucho, era muy cariñosa me decía Macrinita y cuando me saludaba dejaba en mi mejilla la marca de su siempre labial rojo. Durante muchos años mi tía oculto sus canas prematuras, así como también lo hice yo en su tiempo, me identifico mucho con ella en esa vanidad femenina que se niega a envejecer, pero que con el paso del tiempo acepta su cabello tal como es.
La vi por última vez hace casi dos años que vino a visitar a mi papá que estaba convaleciente de una cirugía, debido a la pandemia había pasado mucho tiempo sin verla, esa vez cuando fui a recogerla la encontré más chiquita y por primera vez viejita, pero siempre bonita y con una sonrisa. Ese día cumplió ochenta años.
El viernes diecinueve de abril mi papá me avisó de su partida de este plano terrenal, algo en mí no me permitía asimilar lo real de la noticia. Hoy decidí dejar el silencio literario en que me había inmerso después de meses de no escribir para dejar plasmado en palabras los recuerdos que tengo de ella y la huella que deja en mí, por primera vez lloró su partida.
Dice Martín Valverde en una canción: “No se han ido del todo si aún podemos su risa evocar, su carácter y su bondad, no se han ido del todo. No se han ido del todo, si algo bueno han dejado al pasar, aunque hoy ya no estén más aquí no se han ido del todo.”
Mi tía no se irá del todo mientras me pinte los labios de rojo y con una sonrisa me acuerde de ella.
5 comentarios
Añade el tuyo →Macris muchas gracias haz echo un gran recuerdo de ella te agradezco muchísimo
Gracias prima, por ese homenaje que amablemente nos regala tu escritura. Has plasmado con hermosas palabras esos detalles que caracterizaron a mi mamá y ciertamente coincido contigo, en que sus labios rojos nos dejaron su marca única, con sus besos, su sonrisa, su muy alegórica forma de hablar. Hoy 27 de abril estamos dolidos por su partida, de hecho, hoy se cumplen 57 años de haberse casado con el amor de su vida.
Es triste ya no ver sus labios rojos y escuchar su sonrisa pero, agradezco al Señor por haberme dado la bendición de ser su hija.
Macrina, que bonito es leerte!! Y que linda manera de recordar a tu tía, me encantó.
Te admiro amiga y te abrazo con mucho cariño
Te agradezco Macrina esas palabras muy ciertas de mi madre todavia duele el corazón de recordar a una gran mujer a un gran madre que nos supo guiar siempre por el buen camino y el camino del si se puede era su frase siempre que se nos atoraba algo y es mi frase que ahora les repito a mis hijos. Si se puede y hay que seguir adelante un día estaremos todos juntos recordando todas las anécdotas que nos hicieron tan felices . Un fuerte abrazo y gracias por querer a mi madre DIOS LOS BENDIGA.
Macri, gracias por presentarme a esta mujer de labios pintados de rojo. Rojo es pasión y veo entre líneas a una mujer llena de vida. Un abrazo. Y a pintarnos el corazón de rojo vivo.