Parpadeo

En un parpadeo, pasa demasiado.
Pestañeos de un instante,
periodos de tiempo que parecen un parpadeo,
de un momento a otro te das cuenta.
Como un bólido pasa muchísimo tiempo,
y también en un brevísimo momento
se hace presente toda una vida.

En un parpadeo, lo que parecía permanente ya no está,
lo que creí indispensable ya no lo es,
lo que parecía incuestionable deja de serlo.
Para quien fui importante, quizá ya no lo soy,
quien me buscaba constantemente ha dejado de hacerlo
y quien me prometió su amistad ha dejado de dármela.

Palabras que me regalaron se disuelven,
algunas promesas se olvidan,
curiosamente sin que se sientan incumplidas,
desaparecen en la mente de quienes se han distraído en algo más.
Personas que imaginé serían fugaces en mi vida siguen presentes,
y otras que creí estarían siempre presentes, ya no están.

Así sucede continuamente,
con las relaciones, con las cosas, con las circunstancias.
Todo cambia y cambia, lo he sabido siempre,
más me aferro e imagino algunas cosas nunca lo harán.

He pasado un silencioso y largo parpadeo,
cerré boca y guardé la pluma.
Cerré los ojos para ver mejor.
Callé la mente para sentir mi sangre.
El silencio ha crecido en mí.
El mundo y la piel que habito son otros.
Callar y soltar me hace bien para estar más acompañada.
Hacer silencio y entrar en soledad para fugarme de aquí,
para darme cuenta, nunca he estado sola
y sigo siendo yo.

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La importancia de vivir intensamente cada día, disfrutando y agradeciendo por quienes somos y como somos, gracias por tu maravilloso don, gracias por compartir, un abrazo

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