Soy una lectora voraz. Un libro me acompaña a donde voy. Librerías y bibliotecas son visitas obligadas. Comprar libros es mi adicción, aun cuando varios están en espera de ser leídos. Uso Scribd, un servicio para leer libros al estilo Netflix. Mis manos están acostumbradas a la textura del papel o del cristal del dispositivo electrónico. Tengo la costumbre de doblar la esquina de la página cuando encuentro una frase significativa. O resaltarla en la pantalla de mi lector para no olvidarla.
Tengo grabadas frases de mis libros favoritos, recordando mejor los que leí de niña. Me sigue gustando leer literatura infantil y juvenil, por lo que este mes de abril decidí leer libros de estos géneros. Escogí algunos ya leídos y busqué nuevas recomendaciones escudriñando internet. Entonces algo me sorprendió: no esperé encontrar tantos artículos que hablaran sobre libros prohibidos en escuelas[1], de contenido eliminado en libros infantiles clásicos y sobre actualizaciones automáticas de Kindle que cambian la redacción de algunas ediciones de libros electrónicos ya comprados[2]. Al parecer el argumento principal es que algunos libros han sido prohibidos o modificados por el material que puede ser potencialmente ofensivo para nuevas audiencias.
Y pensé ¿Qué es potencialmente ofensivo? ¿De acuerdo a qué criterios? ¿Por qué curar y actualizar? ¿Por quién? ¿Cuánto será cambiado? ¿Los cambios afectan la intención del autor? ¿Qué se debe preservar? ¿Los libros clásicos ya son anticuados? ¿Serán las actitudes de la sociedad actual relevantes en un futuro? Definir a un personaje por sus características físicas, personalidad o religión ¿es algo que debe ser censurado? ¿Por qué? ¿Qué no todos somos diferentes? ¿Y la libertad de expresión? ¿No debería estar todo abierto a debate? ¿Borrar, obliterar, eliminar hará que un problema desaparezca? ¿O solo quita la oportunidad de hablar de ello?
Entre los cambios encontré que se eliminaron palabras como feo, tonto. Adiós también a loco, desquiciado, extraño. Atractiva se volvió amable. Gordo enorme. “Una vieja bruja” fue reemplazada por “un viejo cuervo.” Negro fue borrado o convertido en oscuro o blanco. Por ejemplo, “una capa negra” se convirtió en “una capa blanca como una sábana.”[3] Desapareció la palabra judío para describir a un personaje. Autores como Roald Dahl[4], Dr. Seuss, R.L Stine y Agatha Christie fueron modificados. Otros mas viejos como Mark Twain y Louise May Alcott son considerados, respectivamente, como racista y antifeminista. Clásicos como Alicia en el País de las Maravillas ha sido por momentos prohibido y considerado no apto para la niñez, porque el viaje fantástico de Alicia a un universo mágico alude a rebelarse contra figuras de autoridad o promueve el uso de alucinógenos. El gato en el sombrero de Dr. Seuss, es visto por algunos como racista, debido a que el gato es negro. Esto último me pareció ridículo.
¿Suena extraño? Las estadísticas dicen que la prohibición de libros infantiles y de literatura juvenil en Estados Unidos se han incrementado en un 28% durante la primera mitad del ciclo escolar 2022-23[5], comparado con los seis meses anteriores, eliminándolos de las librerías escolares. En la India[6], se eliminaron de los libros de texto partes importantes de la historia musulmana del país y el extremismo hindú. En China, varios libros occidentales están prohibidos. Y más. ¡Yo que pensaba que la quema de libros era cosa del pasado!
En el caso de los libros para niños(as) y jóvenes, estoy en desacuerdo con cambiar su contenido por varias razones: A) Cada libro retrata el pensamiento y el contexto de la época en que fue escrito, pudiendo cambiarse entonces la narrativa histórica y su habilidad para reflejar los problemas de su época. B) Un libro que puede ser encontrado como ofensivo puede convertirse en una gran oportunidad de aprendizaje. No es necesario remover o cambiar contenido si es posible ofrecer un contexto introductorio o notas al pie en lugar de censurar. C) Un libro no es solo su texto, sino toda una experiencia. Leer ayuda a desarrollar habilidades y actitudes como la creatividad, el pensamiento crítico, la empatía y nuevas formas de ver el mundo. D) Como madre y lectora tengo la libertad de comprar —o no— libros, para después de leerlos presentarlos —o no— a mis hijos. E) La censura, aunque sea bien intencionada, abre la puerta a cambios más invasivos sentando el precedente para que ésta sea utilizada por personas de una predisposición o ideología particular en contra de la libertad de expresión.
En la película de Tár hay una frase que aplica a esta situación: «No estés ansioso por ofenderte. El narcisismo sobre las pequeñas diferencias conduce a la conformidad más aburrida.» ¿Por qué estamos tan ofendidos que queremos cambiar las cosas a nuestra visión particular de la vida? ¿Por qué no podemos aceptar las diferencias? ¿Por qué por unos pocos se deben eliminar temas que se deben discutir?
Hablemos de un tema sensible: la gordura. Gordo es una circunstancia física visible. El problema no es la palabra, sino como se usa. Por ejemplo, podemos tener dos personajes gordos con personalidades opuestas, no estereotipándolos de acuerdo a ideas preconcebidas. Así la gordura se convierte en una característica más para permitirnos crear una imagen mental del personaje. Ahora bien, yo estoy gorda por una enfermedad autoinmune. Al decir que soy/estoy enorme, oblitero una característica mía. Al no nombrarla por lo que es, me quito la oportunidad de debatir sobre el tema, aceptarlo o resolverlo. Por lo tanto, no estoy de acuerdo en que mi gordura se invisibilice o sea negada, pues no por ello va a eliminarse la discriminación en torno a ella o se borrará su existencia.
O ¿Por qué no leer sobre la muerte? ¿Solo por qué me hace sentir incómodo? Recuerdo que cuando trabajaba en preescolar, un año se iba a presentar el Rey León en el festival de cierre de cursos. La madre de un alumno llegó con un guión, reescrito por ella, en donde las hienas eran buenas, el papá de Simba no moría y Scar no lo traicionaba. Explicó que su hijo de seis años no era expuesto a libros ni películas donde la muerte fuera mostrada. Obviamente la obra se presentó sin cambios, pero de la mejor manera se trató de explicarle a la madre que se puede censurar o prohibir libros o películas, pero eso no elimina la muerte en la vida real. La muerte era un tema recurrente entre los niños(as): debatían sobre ella, platicaban sus experiencias y externaban sus dudas. Esto es lo que hace importante a los libros, pues representan una oportunidad para hablar de temas difíciles con nuestros hijos(as) y prepararlos para la vida. De la lectura surge la introspección, la empatía, el reconocimiento, la aceptación. La censura en cambio refleja las sensibilidades de los adultos, no de los niños(as). Al leerles, ellos aprecian el humor, la cadencia de las palabras y la creatividad.
Para cerrar les platico que en mi librero encontré muchos libros prohibidos. ¡No sabía que como maestra y madre era subversiva! Creo que todos los lectores lo somos porque apreciamos la belleza de los libros, nos embriagamos con el olor a papel y escapamos entre las líneas a otros mundos. Lo más importante al final es que los niños y niñas lean. Y si es posible, las versiones originales por favor.
LIBROS RECOMENDADOS
[1] Por temas LGBTQ, raciales, lenguaje inapropiado, contenido sexual, características físicas, etc. Puede ser que el libro haga uso de algunas palabras altisonantes, exista un personaje con orientación sexual distinta o sea descrito como gordo.
[2] https://www.nytimes.com/2023/04/04/arts/dahl-christie-stine-kindle-edited.html?searchResultPosition=2
[3] El gran gigante bonachón de Roald Dahl
[4] https://www.nytimes.com/2023/02/20/books/roald-dahl-books-changes.html?searchResultPosition=5
[5] https://pen.org/report/banned-in-the-usa-state-laws-supercharge-book-suppression-in-schools/
[6] https://www.nytimes.com/2023/04/06/world/asia/india-textbooks-changes.html
4 comentarios
Añade el tuyo →Muy buen texto Ren. Vivimos un mundo que bajo banderas de ciertos valores de supuesta inclusión, vuelve a caer en cerrazón, incongruencia y miedo. Vivan todos los textos, tal cual hayan sido escritos y la libertad de opinar sobre ellos. NO a la arbitrariedad de modificarlos.
Muchas gracias primero por leerme Lume, y segundo por dedicar unas líneas.Es maravilloso ser libre de leer textos diversos y poder discutirlos con otros. Un abrazo grande.
Muy cierto Reny, el eliminar las palabras, no hace que las situaciones cambien, y el llamar a las cosas por su nombre cuestiona. Y por lo tanto incomoda. Pero si no es asi? De que manera se crece como persona? Lo maravilloso es ese pensamiento divergente, y poder ver a traves de los ojos de otra persona como se perciben las experiencias de quien nos lo relata. Me encanto tu postura. Felicidades. Tq.
Hola! muchas gracias por leer y escribirme unas líneas. La empatía, la aceptación y el pensamiento divergente nació de que me dejaron tu y mi papá leer de todo. Muchas gracias a ustedes. Un abrazo.