She grows up, with the memory
of what is meant to be properly loved,
for what you are, not what you ought to be
Hamnet, Maggie O’Farrell
Agobiada. A veces no sé cómo aconsejarte o decirte qué es mejor. A veces, se me olvida solo escuchar, dejarte pensar y esperar.
Te veo pasear por la casa con miradas que gritan, mientras dispersa no me doy cuenta que quieres hablar.
Finalmente te acercas. Veo como un problema simple se vuelve complejo, con la novia, con los amigos, algún maestro. En tu mente todo pierde proporción.
Te escucho. Te preocupa estar bien con todos, no quieres herir susceptibilidades, mientras dudas del significado de las palabras de los demás.
Pero al final la vida me alcanza, debo salir corriendo por tu hermano, olvido otra vez lo que es ser adolescente y hablo, sugiero… sin pensar.
Cuando regreso te veo angustiado, dándole vueltas a las cosas. Entonces temo haberme equivocado, con mis palabras, silencios y faltas de atención.
Trato de hablar contigo, pero la oportunidad se ha perdido. Debo esperar a que la puerta la abras tú una vez más ¡Qué difícil es ser madre de un adolescente!
Recuerdos de cuando tenía tu edad vuelven, la angustia de no saber como actuar, preocupada por lo que opinan los demás, apenas aprendiendo a amar.
Revivo cómo se rompe un corazón, cuando las lágrimas son compañeras de almohada hasta quedar sumido en un sueño profundo.
Ahora te toca vivirlo a ti. A mí me toca acompañar, en la tristeza o el dolor, mientras veo como te pierdes por días o minutos, hasta recuperar la paz.
Me cuesta separarme de ti, permitirte resolver solo tus asuntos del corazón, que decidas y aprendas de tus equivocaciones, parte de lo que es vivir.
Debo hacerme a un lado, confiar en ti. Amarte tal cuál eres y aceptar que creces dejando de ser lo que una vez pensé.
Tengo que soltar, dejarte volar. Disfrutar de los pocos momentos que me quedan ya, antes de que tomes tu camino para llegar a ser quién eres tú y solo tú.
Solo recuerda pensar primero en ti, olvidar complacer a los demás, permitir que la intuición te guíe hacia la verdad. Jamás dejar de amar.
Hoy sufres por ser adolescente y a mí no me queda más, que detener mi mundo y preguntar… callar mientras me enseñas, a ser madre una vez más.
4 comentarios
Añade el tuyo →Esta hermoso Renata, justo así !♥️
Muchas gracias. Te mando un abrazo.
Buenísimo!!!
Muchas gracias por leer. Un abrazo