Peculiaridades creo que no tengo. Tallar los pies mientras duermo, buscar el número par cuando cojo los productos en el supermercado o atinarle a algún múltiplo de cinco en el volumen de la tele o de la radio; pasar mucho tiempo imaginando, por ejemplo en la regadera, dice mi mamá que me tardo como si pesara 150 kilos, no puedo evitarlo, mis pensamientos salen de mi cuerpo y me llevan a no sé dónde.
Creo que por ser gemela vivo una disociación, habito una vida que no es mía, o ¿mi hermana es la impostora? ¿Si mi mamá nos confundió una última vez de bebés y terminé siendo Denise pero en realidad era Monique cambia algo en mí? ¿Soy yo de todos modos?
Cuando éramos bebés de 3 o 5 años nos preguntaban nuestro nombre y yo decía “la otra Monique”. Siempre que recuerdo este hecho me provoca ternura y desasosiego, ¿Cómo me percibía para decir que era la otra Monique? ¿Aún después de nacer me seguía sintiendo parte de un cúmulo de células de donde sin querer salimos dos personas? ¿Me sentía la impostora o la que amaba la unidad que formábamos?
De niñas, hasta ya grandes, nos comunicábamos de una manera especial, no caí en cuenta de esto hasta pasados los años. Nos leíamos la mirada, completábamos el pensamiento de la otra y en voz alta teníamos conversaciones que solo nosotras comprendíamos. Cuando pasaba esto cerca de amigos nos decían con cara de incredulidad que no habían entendido nada. ¿Será que nos comunicamos a través de las conexiones cerebrales, fotones que viajan de su campo energético al mío? Dice Google que existe un lenguaje secreto que se llama cripotofasia, los gemelos son los creadores así que es único y diferente en cada par. Estoy segura que nosotros lo teníamos o lo tenemos, a pesar de la distancia. Este sitio que visité explica que lo desarrollan para poder contarse lo que piensan, sienten y necesitan. “Las estadísticas determinan que en torno a un 40% de los gemelos de todo el mundo recurren a la creación de ese sistema comunicativo, que nadie entiende, salvo los propios hermanos.” Entonces la otra Monique si era la manifestación de una sola conciencia habitando dos cuerpos distintos.
Estemos juntas o separadas la pregunta obligatoria que nos acompaña a lo largo de la vida es ¿qué se siente ser gemela? Es como tratar de responder qué es dios o qué pasa cuando morimos. En el interior late la respuesta pero es tan complicado ponerlo en palabras, se convierte en “es como tener una amiga siempre” o “es como tener una hermana de tu misma edad” pero no, ser gemela es pertenecer a un universo distinto. Es ser zurda porque al partirse el óvulo fecundado yo quedé en posición de espejo; es saber que al nacer de seis meses y medio ella tuvo que hacer un trabajo extenuante de parto para que pudiera nacer yo media hora después; es creer que gracias a que mi mamá la sacó del hospital sin permiso de los doctores y la puso conmigo en la cuna comenzó a comer agarradas de la mano; es padecer los fuegos provocados por calenturas que le daban a ella; es pasar la infancia atacadas de risa, volviendo loca a mi mamá porque no entendía de qué nos reíamos tanto. Es succionar los cachetes y ella inflarlos para que las vecinas que siempre nos inspeccionaban como bichos raros no dijeran que yo era la cachetona. Es aprender a correr y hacer deporte porque a ella le gustaba. Es tocar la batería sobre un cartón mientras yo bailaba sobre un escenario imaginario. Es guardarnos secretos que jamás contaremos, es apoyo incansable, cómplices hasta la muerte. Es sentir (estando yo en León, dormida, sin saber que ya la habían ingresado en el hospital) la raquea cuando estaba dando a luz a su hijo en Ciudad de México. Es ver como mis hijos de bebés la veían igual a mí y les provocaba un amor diferente y especial. Por el contrario, es sufrir porque mi sobrino me veía tan igual a mi hermana que le daba miedo y no quería que lo cargara. Es tener 3 hijos, amo a mi sobrino como propio. Es entender sus miedos, frustraciones, inseguridades, alegrías, logros, pensamientos, sin juicio. Es disfrutar su vida como si yo misma la estuviera viviendo y asustarme cuando algo malo le pasa, como si me estuviera pasando a mí.
Creo que vivimos vidas paralelas, somos una misma persona teniendo la maravillosa y única experiencia de vivir dos realidades, dos rutas. Habito un universo y ella otro. Así que, corrijo, si tengo muchas peculiaridades, la que más me gusta es la de ser la otra Monique.
14 comentarios
Añade el tuyo →Hermoso, me encanta. Omo escribes. Las amo a las dos
gracias tía también te amamos mucho.
Que hermoso escrito Denise. La otra Monique.
Gracias María. Un besooo
Amor mio qué hermosa historia, qué alegría poder decir, soy como su mamá, porque así te amo. Tu tia/mama Malena
Asi te amamos también tía, como una segunda mamá. Gracias por tu amor siempre.
Mis niñas hermosas, me hiciste llorar , las amo
nosotros a ti mami.
Mis niñas hermosas, me hiciste llorar , las amo
Gracias por darnos la vida mami. También te amo.
Las conocí chiquitas hermosa tu historia me tocó ver en los ojos de tu mami ese amor tan grande y hermoso para ustedes hermosa
gracias Rosa. Si fuimos muy afortunadas al contar con el amor de nuestros padres.
Hermaaaaa!!!!! Y yo soy La Otra Denise! Siempre orgullosa y admirada de esta cualidad que tienes para transmitir escribiendo… Gracias por ser mi gemela, gracias por ser mi complemento. Desde el primer segundo de mi vida haz estado a mi lado y lograr tener una vida lejos ha sido la prueba más grande. Te amo infinitamente!! Quisiera poder expresarte esto que siento (así como tú lo haces) … solo puedo decirte GRACIAS Y TE AMO POR SIEMPRE
hermaaa!! gracias por leer y que te haya gustado. también ha sido difícil para mi. te amo!