Vivimos en un mundo lleno de imágenes. Pasan veloces queriendo atraer mi atención. Brinco de una a otra. Me roban mi tiempo, mi concentración, mi escucha, mi memoria, mi percepción, mi reflexión.
Vemos de todo. Parejas enamoradas e ideales. Familias hermosas pasando el mejor de los tiempos en playas, en vacaciones, en fiestas de cumpleaños. Acarameladas entregas de anillos. Revelaciones creativas del sexo de un nuevo bebé. Familias felices y perfectas. Hijos talentosos, llenos de clases y habilidades especializadas. Papás y mamás súper capacitados, con miles de técnicas ideales de educación.
Alimentos suculentos, perfectamente elaborados y bellamente decorados. Recetas deliciosas. Dietas exitosas y mágicas. Programas de ejercicio novedosos y efectivos. Tips de salud, conjuros mágicos, brebajes y decretos para solucionar miles de males. Hombres guapísimos y esculturales. Metas de ejercicio. Mujeres esbeltas con cutis perfectos.
Famosos en entrevistas. Políticos criticados. Políticos haciendo promesas. Personas defendiendo a unos u otros. Todos poseedores de la verdad.
Imágenes llenas de filtros y poses actuadas. Fiestas temáticas decoradas, donde las personas están extasiadas de diversión. Viajes y expediciones por el mundo. Tiktoks de bailes, atuendos, ideas, prendas, productos mágicos. Miles de peinados, maquillajes.
Frases cargadas de reflexiones variadas y poderosas. Cómo realizar algo en fáciles pasos. Palabras sabias, técnicas de todo, consejos al por mayor, descubrimientos miles. Soluciones, frases. Podcasts de psicología al por mayor, llenos de pasos para lograr relaciones armoniosas, empoderamiento personal, éxito profesional, hábitos atómicos y actitudes espectaculares. Consejos sexuales, consejos matrimoniales, consejos para ser feliz, tener menos estrés, más armonía, más relaciones armoniosas…
Seguramente ya los canse. Yo ya me canse.
Impresiones falsas. Conversaciones truncadas. Flashes de realidades incompletas.
Tal vez la comida no sepa a nada, el producto no sirva, la fiesta fue un fracaso, quizá no estuvo tan divertido. Esa relación que todos creen tan maravillosa, no lo sea, y esa felicidad que todos irradian, sea solo una actuación. El consejo tan sabio, no lo sea tanto.
Momentos fragmentados, mostrando solo una cara.
Me cuestiono si la explosión de falsedades tiene algo que ver con la cantidad de depresión que invade al mundo. Si tenga que ver con la falta de memoria y retención. Si tenga que ver con la falta de paciencia y reflexión. Si tenga que ver con la enorme insatisfacción y falta de sentido. Me pregunto si la cantidad de expectativas, de todo lo que debemos tener, hacer y lograr, nos tenga en una carrera interminable, con metas inalcanzables, en una eterna insatisfacción.
Quizá es preciso desintoxicarnos de tanto que vemos, de tanto insustancial que leemos, de una bola de expectativas inconscientes que en avalancha nos entran por una pantalla en la mano. Estamos ausentes de la vida real. Nos engañamos al querer vivir a través de una grabación, de una foto. Nos estamos quedando exhaustos y vacíos.
Extraño la vida de antes, con esos huecos de nada, con sus tiempos de espera, con sus silencios, con su propio aburrimiento y ocio.
Urge soltar el teléfono para poner el corazón en la mano. Es apremiante que nos veamos y nos escuchemos, en directo, a los ojos, sin una pantalla de por medio. No sé si a ti. A mí sí me urge.
5 comentarios
Añade el tuyo →Me urge hablar también Lumela . Espacios tranquilos sin expectativas. Namaste
Si estamos bombardeados,sin tranquilidad para digerir tantas cosas,hay q detenernos y buscar espacios de silencio y reflexión.
Cierto, vivir nuestra vida aunque sea imperfecta !!!!
Seguro!! Me encantaría!!
Excelente escrito ahijada querida te mando un abrazo con mucho cariño