El 14 de febrero no me encanta nada. Desde primaria tuve que soportar con dolor que los niños que me gustaban nunca me regalaran nada y ni qué esperar a que se me declararan. Ay, Sonia, ¿recuerdas cómo suspirabas por Rodrigo, ese niño con corte de honguito súper a la moda? Se terminó haciendo novio de la más popular del salón, la que me veía con ojos de pobrecita mientras me paseaba por enfrente los miles de globos y de rosas que recibía. No me caía tan mal pero en momentos así le quería embarrar las flores en su cara perfecta, ¡jajaja!
Pero piensa en todo el camino que llevas recorrido Sonia, ya no eres la niña insegura, “la gordita buena gente” que a todo decía que sí por complacer; la que tenía muchos amigos hombres pero ninguno quería ser su novio. A dejar la melancolía de lo que ya fue porque gracias a lo que viví ahora soy esta Sonia que amo, con sus defectitos pero cada vez más madura y enfocada en ella misma.
Lo que no ha cambiado es mi rechazo a este día tan comercial. ¿Qué la gente no se da cuenta que es una estrategia para aumentar el consumismo? La mercadotecnia es tan inteligente que se agarra del remordimiento e inseguridad de los consumidores para obligarlos a comprar y comprar, por todo y para todos. Bueno Sonia, que tú también caíste en el consumismo hace no mucho, en Navidad llenaste las tarjetas con puros regalos para los demás. Bueno, pero eso ya pasó, y eso sí, nunca me endeudo el 14 de febrero, es más ya ni me cabría en los créditos, ¡jaja!
Me da risa mi mejor amiga Regina, ¿Por qué no logra entender que de verdad no espero que nadie me regale nada en el día del amor y la amistad? Será porque refleja lo que a ella le gusta y generaliza que todos sentimos lo mismo. Dice que si ya existe el día pues disfrutarlo tal cual es, suena lógico pero no me convence. “tus ojitos de borreguito a medio morir me dicen que si quieres que te sorprendan”. Le digo que más bien así los tengo, ¡jajaja! Y te conseguiste un novio igual que tú Sonia, bueno hasta menos detallista. Se pasa de seco, ¿no crees? pero amo todo lo que es, también besa rico ¡mmm! ¡Sonia golosa! Mejor cambio de pensamientos porque sino me va a entrar la calentura ¡jajaja!
Todos los días se debe de valorar el amor y la amistad. Ay me acuerdo cuando la Regis y yo bien pedas en el Cervantino nos fuimos con esos monos todos hippies, ¡jajaja! Según nosotros que qué padre lo bohemio pero ya de cerca apestaban a mota y sudor. Después ya no sabíamos cómo sacarles la vuelta, qué risa.
Heme aquí, Netflix y yo siendo uno mismo. ¡Ash! puras sugerencias de películas palomeras de amor, me gustan pero no para hoy. Veré una de cine de arte para contrarrestar ¡jajaja!, aunque no le entienda nada; seguro terminaré dormida. ¿Qué se oye?, ¿Esos gritos y esa música?, ¿Es aquí? ¡NOOOOO! ¡JAJAJAJA! WOW! ¡La Regis con mariachiii! ¡jajajaja! ¡la amoooo! ¡Ahora sí me sorprendió! ¡Córrele Sonia no te quedes ahí parada, baja a abrirle! Te adoro Regina de mis amores, valoro tanto tu amistad.
—¡Arránquese Mariachi!—