Oración Decembrina

Ven Hestia, ilumina este hogar. Llénalo de tranquilidad y paz para vivir centrada esta Navidad.

Que no desee ser Martha Stewart, con sus tartas perfectas y decoraciones navideñas, en una casa vacía que seguro nadie habita. Pues es imposible que el can no se recueste debajo del árbol ni que los niños no jueguen con la villa navideña.

Que sepa llevar con sabiduría el tratar con la familia política, para evitar malentendidos y comentarios, que expiran hasta diciembre del año que entra.

Dame inteligencia, para hacer que los recursos se multipliquen y alcancen para comprar felicidad (¿será?) envuelta en papel de Santa, nieve y renos — pues aquí nunca nieva.

Concédeme la energía de cien vitaminas y cafés, para no fallecer en el intento de ver a los amigos hechos en distintas etapas de la vida. De modo que mi acto de malabarismo me permita convivir por separado con amigas que ahora no se ven ni en pintura, logrando además, no empalmar dos eventos en el mismo espacio de tiempo.

Pero más importante que nada, dame la fortaleza para decir NO. Para negarme a cumplir con lo que no me hace feliz, huir de los tóxicos a mi alrededor, no desvivirme por la perfección y librarme de pasar horas en la cocina.

Así, podré disfrutar y estar en armonía con lo que me rodea, abrazar a mi familia y recostarme al sol con mi mascota, mientras envío luz y buenos deseos a todos desde mi cama, con un buen libro y un té que me reconforte el alma.

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