Dependencia

Esta voluntaria esclavitud

me desespera,

no puedo resistirme,

anhelo tenerlo entre mis manos.

Su presencia me da seguridad y reconforta,

me muestra caminos, otras vidas, otros mundos.

Conecta  mis sentidos tan lejos como yo quiera,

me aleja tanto que a veces me asusto.

Es mi compañero fiel e indispensable,

confío en él más que en mi propia memoria.

Me da miedo perderle de vista ,

¡Lo extraño demasiado cuando no está conmigo!

Por la mañana mi mano es a él

a quien primero toca.

Cuando por la noche cierro mis ojos

su luz es lo último que veo.

 

2 comentarios

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Muy buen texto para reflexionar. Claro que es lo primero y lo último en nuestro día. Se ha vuelto una parte más del cuerpo, nos va poseyendo.

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