Ana Romero: Venus triste

«Primero la llamaron reina. Después fue asesina. A su gloria la condujo su belleza y a su perdición también. En ambas acciones buscaba lo mismo: se libre. Pero, ay María Teresa, las dos veces se convirtió en prisonera.»

¿Sabías que nuestra primera Miss México fue María Teresa Landa?

¿Sabías que se le conoce como LA VIUDA NEGRA porque mató a su esposo? 

Tuvimos la oportunidad de platicar con Ana Romero, escritora de Venus Triste. Nos contó que lo que la hizo comenzar a escribir fue que normalmente hay más libros de hombres asesinos pero pocas veces se escribe de las mujeres que matan. 

Ana Romero nos regala una novela histórica con estilo ensayístico, ya que, aunque están ficcionados varios detalles y circunstancias de los personajes, nos muestra datos reales complementados con fotografías del gran Agustín Víctor Casasola, quien durante los años veinte dirigió el Departamento Central de Fotografía de la Nación, realizando un importante trabajo de registro y colección de imágenes fotográficas de la vida social y política de la ciudad de México. Su trabajo en la agencia le valió la elaboración de un archivo de doce mil imágenes que, desde 1976, se resguardan en la Fototeca Nacional de Pachuca, considerado uno de los archivos más importantes en Latinoamérica.

Regresando a nuestra novela, la escritora plantea varias hipótesis, como la importancia de la perspectiva de género, el cuerpo de la mujer como objeto público, la influencia de los usos y costumbres y la consecuencia de los estereotipos y roles de género rígidos e inamovibles. También plasma su opinión, haciendo un juicio objetivo sobre la protagonista.  A su vez, hace guiños a varios libros y autores. 

La voz que lleva la historia es la misma autora. Se vuelve una narradora omnisciente que nos reconstruye de manera  detallada y certera una Ciudad de México de finales de los años veintes, época donde se intentaba fluir hacia la modernidad pero que las enquilosadas instituciones no lo permitían del todo. 

Adentrándonos en la narración conocemos la personalidad de Ana Romero. Su pluma poética acompaña a la lectura y abraza en el momento preciso. Su vena sarcástica llena de humor negro saca carcajadas cuando menos las espera el lector. 

Venus triste es un libro escrito con valentía, ya que es el primero para adultos que Romero escribe, pero sobretodo porque constantemente va adelantado eventos. Desde que se comienza la lectura se sabe que Teresa mató a su esposo, que estuvo en la cárcel de Belén y que se llevó acabo un juicio. Pero en ningún momento pierde el interés del lector, al contrario hace que se quede con ganas de hacer una lectura sin pausas. 

En 1928 se llevó acabo el primer certamen de Miss México. El periódico Excelsior fue el patrocinador de la señoritas “de bien”, llenas de “pulcritud”. Teresa Landa como ganadora a sus 17 años tenía el mundo a sus pies, regalos, dinero, viajes y hasta una posible carrera en Hollywood pero nada le importó más que casarse con su tempestuoso amor, El General Brigadier Moises Vidal y Corro, de 38 años edad. Aquí es donde el ingenio literario sale a flote porque Romero nos mezcla el mito de Venus y Marte: El Amor y La Guerra. Aquí es donde el título cobra vida y se resignifica a lo largo de la novela. Esta idea le surgió cuando, leyendo testimonios y reportajes de la época, encontró que el padre de Teresa, durante el baile de bodas, comentó que se había casado MARTE Y VENUS, que algo fuerte sucedería. Boca de profeta tuvo el señor.  

Ana Romero recupera un evento histórico, lo desnuda del sensacionalismo y lo reviste de objetividad pero sobretodo de compasión. Lo nutre con información adicional de la época y nos deja claro que, sin eximir del delito cometido, “La Viuda Negra” es la antítesis de lo que se supone que es una asesina.

Reivindica a María Teresa Landa, quien fue juzgada por su belleza y después por defender su honra.

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