Mientras dormías tomé tu mano. Observé tu respiración, ese inhalar y exhalar me hizo pensar en todos los lugares del mundo en los que te busqué.
Te busqué durante años, en el mar, en la espuma de las olas, en la paredes enmohecidas de la casa de mi abuela, en los juegos de niños. Te busqué en los obeliscos de Roma, en cada piedra mirando al cielo. Te busqué en Schiphol, caminando por sus interminables pasillos y en sus pizarrones amarillos. Te busqué en mis venas, revisando mi torrente sanguíneo. Te busqué en las conexiones de mis neuronas, en los nidos de los pájaros y en las raíces de los árboles. Te busqué en los corredores de la escuela y en los parques de Florida. Te busqué en el Moma, en las latas de sopa de Warhol y en el Soho.
Te busqué por mucho tiempo y descubrí que siempre estuviste aquí, en el centro de mi corazón.
4 comentarios
Añade el tuyo →¡Qué bonito!
Casi siempre lo que buscamos afuera, lo encontramos dentro de nosotros.
Muy hermoso!!!!! la respuesta siempre está en nuestro interior.
Muy bonito sorella.
¡Bello! De mis favoritos Myriam. Poderoso descubrimiento.