Dancing in the Park

Parte 2

I’m usually scared of everything… but suddenly there are moments of extreme clarity when I think I can conquer all.

Diálogo interno

Segunda vuelta… por una vacuna. Qué diferente es todo esta vez, pues poseo una calma interna que irradia luz a mi alrededor que me hace pensar que soy capaz de todo. Veo la vida en tecnicolor: sonrío al ver a la gente caminando con su mejor amigo can, al policía de tránsito de la esquina con botas vaqueras y sombrero tejano, las calles bordeadas de árboles por los que traspasa la luz del sol entre sus hojas… Me pierdo en mil imágenes mientras la avenida se convierte en calle y se transforma con cada cuadra recorrida, pasando de la zona comercial a la hippie cercana al centro.

Por circunstancias inesperadas, me veo obligada a pasar sola unos días más en Houston. No necesito a alguien que me diga cómo llegar al museo o al parque, ni que alguien maneje por mí, o que otro me diga qué si puedo lograr o qué no. Manejo tranquila por calles pequeñas y bulevares, evitando impersonales freeways de concreto. Prefiero la vida cotidiana que observo a través de mi ventana, la de un domingo sin preocupaciones que parece ser de unos años atrás.

Soy libre. A pesar de esta soledad, me siento acompañada, sé donde estoy y encuentro mi lugar en el mundo. Me maravillo como una niña pequeña, me causan asombro por igual tanto las obras de arte que se presentan ante mis ojos como las plantas del Jardín Japonés. Todo a mi tiempo, sin presiones de «Ya vámonos, ¿cuánto falta?, tengo hambre». Todas las mamás de repente necesitamos un escape, más aún después de que nuestro hogar se convirtió en oficina, escuela, gimnasio y demás.

Hace poco leí un artículo dónde preguntaban: ¿Qué desean hacer los padres y las madres del mundo cuando todo esto termine? Muchos fantaseaban con irse de vacaciones en pareja; otros con tener la casa para ellos solos; yo, con estar completamente sola para recargar energías, pues soy una introvertida funcional. Sin planearlo, esta fantasía secreta se hizo realidad. No me malentiendan, amo a mi familia ¡pero qué maravilla es estar en cualquier lugar solamente yo y mis pensamientos! Poder dormir, comer, leer, escribir cuando me lo pida el cuerpo. Sin buscarlo, la vida me dio un encuentro fortuito conmigo misma, en el que mi alma baila una danza distinta, con música que nadie escucha, pues brota desde mi interior.

4 comentarios

Añade el tuyo →

Deja una respuesta