Lo demás está de más

En aquel lugar a las mujeres en vez de cabello les crecían estambres de colores en la cabeza. Cada estambre representaba una idea o un conocimiento nuevo.

A Natalia le encantaba aprender cosas nuevas, buscar teorías ingeniosas, enterarse de todas las noticias, de toda la información posible, y sobre todo de nuevas corrientes filosóficas, holísticas y espirituales. Continuamente estaba en cursos y talleres, y siempre el último era el mejor. No acababa de crecer un color cuando ya estaba saliendo uno nuevo.

La cabeza de Natalia estaba llena de miles de estambres de las más variadas tonalidades.  Tenía verdes, azules, morados, cafés, rosas, amarillos.  Ya no recordaba de donde provenían tantos estambres. Los más pegados a su cabeza los tenía desde niña, otros los había adquirido en la juventud. Algunos en algún viaje por Asia o por la selva. Otros más en diversas instituciones, iglesias, libros, videos, cursos en línea, documentales o en Tiktok, Facebook y YouTube. 

El problema no era tener muchos estambres de colores sino tenerlos hechos una maraña. Parecían rastras mal hechas. Estaban tan enredados que ya no podía organizarlos. Lavarlos era muy difícil. La gente estaba confundida al verla y escucharla. Olía un poco mal. Su cerebro se sentía cansado, todo su cuerpo le pesaba. Sus palabras sonaban confusas e incongruentes. 

Entonces desesperada, hizo lo que siempre había hecho. Buscar un curso para solucionar el problema. 

Se inscribió en un curso de estambres azules. Ahí preguntó:

— Sabio de los estambres azules, dime ¿Qué hago para estar en armonía y que no me pese la cabeza? 

— Debes de concentrarte en el color azul, el azul es paz. Lo demás está de más.

Entonces ella trató de ir a más cursos de color azul. Salieron más estambres de color azul, sin embargo, siguió con la cabeza llena de nudos y sin paz.

Se inscribió en un curso de estambres amarillos. Ahí preguntó:

— Sabio de los estambres amarillos, dime ¿Qué hago para estar en armonía y que no me pese la cabeza? 

— Debes de concentrarte en el color amarillo, el amarillo es alegría. Lo demás está de más.

Entonces ella trató de ir a más cursos de color amarillo. Salieron más estambres de color amarillo, sin embargo, siguió con la cabeza llena de nudos y sin alegría.

Se inscribió en un curso de estambres rojos. Ahí preguntó:

— Sabio de los estambres rojos, dime ¿Qué hago para estar en armonía y que no me pese la cabeza? 

— Debes de concentrarte en el color rojo, el rojo es pasión. Lo demás está de más.

Entonces ella trató de ir a más cursos de color rojo. Salieron más estambres de color rojo, sin embargo, siguió con la cabeza llena de nudos y sin pasión.

Y así, fue buscando solución color por color, pero solo encontró más confusión y enredo. Empezó a soplar el viento con fuerza en todas direcciones, sus estambres revoloteaban confusamente hasta que la hicieron caer. 

Empezó a llorar desconsolada.

Entonces llegó una mujer sin estambres en la cabeza. Tenía su propio cabello. Natalia admirada preguntó: — Mujer de suaves cabellos ¿Qué hago para estar en armonía y que no me pese la cabeza? ¿En qué curso o con cuál filosofía consigo un cabello como el tuyo, tan delgado, sedoso y lleno de brillo a la vez?

La mujer le contestó  — En ningún curso o taller. Mi cabello crece solo. No le impido que crezca. Sale de adentro de mi.  Debes de concentrarte en ti. En tu propio cabello que seguro es diferente al mío. 

— ¿Y todo lo que aprendes, a dónde se va?

— Todo lo que aprendo, no lo cargo todo el tiempo conmigo.  Lo uso solo cuando es útil. 

Entonces Natalia se rapó.

Sintió, tristeza, miedo y enojo.

Con los estambres que retiró de su cabeza tejió bufandas, suéteres y cobijas. Los usaba y compartía solo cuando era necesario. 

Y en seguida, por fin llegó la alegría, la pasión y la paz. 

Su cabello natural empezó a crecer y con él su fuerza e identidad.

Lo demás, estaba de más.

9 comentarios

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Muy bueno Lume, creo que todos tenemos estambres que nos estorban y están de más. Hay que raparlos antes de que sea muy tarde.

Pd. El titulo deberia estar separado el segundo «demás». De más. O no?

Si, a raparnos frecuentemente! Gracias por tu observación, estaba mal en el título y ya lo corregí! Abrazo. Gracias por ser mi lector.

Lume estas experimentando con diversos temas,hay q quitar todo lo q nos estorbe y no nos deja crecer.Felicidades!!!!

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