Estoy perdido

Estoy perdido.

¿A dónde quieres llegar?

No lo sé.

¿Qué buscas?

A mí mismo.

¿En dónde buscas?

En la gente, el ocio, el trabajo, las cosas, en las expectativas, en los juicios, en poseer, en lo real, lo tangible.

¿Qué es lo real?

Lo que crees que es tangible

puede ser una distracción, una trampa.

No sé en dónde más buscar.

¿Y si miras para otro lado?

¿Hacia dónde? Tengo la mirada entumecida.

Descansa la mirada hacia tú interior.

Entrégate a los demás, busca la humildad, deja salir tu vulnerabilidad.

Atreverte a ser ese que eres y te niegas a ser.

Me da miedo lo que puedo encontrar. Me da miedo encontrarme y no reconocerme. Me da miedo ser obscuridad.

Todos somos luz y sombra.

Pero mi sombra es un monstruo que ahoga de a poco los destellos de luz que de repente aparecen.

No desesperes,

en uno de esos destellos está lo que buscas.

Me siento exhausto, vivir es un esfuerzo constante por no morir.

Más bien, la vida se abre paso aunque nos aferremos a morir.

Pregúntate qué esperas de ella.

Quiero la felicidad, la abundancia pero por más que busco el orden de la vida no encuentro el camino en su laberinto.

¿Y si solo fluyes?

¿Y si solo te dejas llevar por eso que te hace vibrar?

¿Te refieres al atardecer, una buena canción, al sonido de la risa de los niños, el repiqueteo de la lluvia, el reconocer en el otro lo que uno siente, en curar mis miedos, inseguridades y lealtades?

Sería un buen comienzo.

Deja que los latidos de tu corazón se acompasen

con el ritmo natural de los seres vivos.

Se árbol, se ave, se pez,

ese pez que se une al cardumen

reconociendo su fortaleza en la unidad suprema.

¿Dices que lograré escapar si salgo del yo?

Lograrás escapar cuando te reconozcas en el ojo del otro,

en el ojo del todo.

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