Irina, cabello dorado, ojos solitarios
Lirio de historias quebradas
Sajalín, japonesa tempestad
Isla de tifones
de playas y mares que saben ser su hogar
La pasión, la tristeza
la añoranza, el deseo
viven por siglos dentro de los hilos de junco
-Hilos que se transforman en libros –
El General Gramova encontró en ellos la luciérnaga redentora
Su compañía atenuó su ceño rudo
protegió su corazón sincero
Lo cuidó en la oscura guerra
le impidió tropezar con las vidas extinguidas en el barro
Lo salvó de aprender a odiar
-Lo curó del horror –
El General regresa a Sajalín
Irina es su nueva misión
-Encender junto con la luciérnaga el chispazo de la ilusión –
Ella se ilumina con lo que le enseña su padre
Las voces que cantan calladas se vuelven su refugio
El suave cobijo de las páginas borran sus ojos solitarios
El General duerme tranquilo,
los hilos de junco tejen un nuevo mundo
Irina y Sajalín
se vuelven dos islas que flotan
-Flotan entre mareas espumosas de palabras que florecen al vivir –