Lo que dura un fin de semana
ella pretende ser otra mujer.
Ve lo bello con ojos prestados,
resiste las ganas de saltarse la vida,
de pasar horas pegada a la almohada,
pues ellos vienen de visita y la llaman mamá.
Lo que dura un fin de semana
ella pretende ser otra mujer.
Pues el lunes la niebla regresa,
y se sume en un abandono voluntario,
para no extrañar más lo que ha perdido,
para no añorar que la llamen mamá.