La luz en mi ventana

Hoy amanecí, eso es suficiente. Hoy estoy aquí, sigo viva y eso significa un nuevo inicio. Una nueva oportunidad para no gritar ni perder la paciencia como ayer. Para hoy sí meditar, leer, orar y escribir. Para abrazar, besar y reír. Para acariciar a mi mascota y darle chocolate a escondidas. Para salir a caminar antes de ir a trabajar, y mover estos huesos que cada día se sienten un poco más viejos.

Suelto una plegaria al viento para que los ángeles nos regresen a todos sanos y salvos a casa. Para que por la noche cada quién esté en su cama, arropados por el calor que brinda esta casa. Para que mis hijos duerman y tengan sueños donde el infinito es sólo el límite, mientras las últimas palabras que escuchan sean las de las personas que los aman.

Si al final no logré todo lo que deseaba, lo que tenía programado, lo que mi mente dispersa olvido hacer, entrará por la mañana otra vez la luz por mi ventana y será un nuevo comienzo, un nuevo inicio, una nueva página en blanco de la historia de mi vida.

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