El mapa de tu corazón

Date la vuelta,
deja abierta la puerta,
déjale volar,
déjale soñar

— Ana, he vuelto. Cantó el pájaro.

Han pasado ya más de cinco meses desde que el pájaro vino a visitarle. La primera vez llegó al alba, con el ala derecha lastimada y aterrizando en el pelo de Ana. Inmediatamente lo cuido, le creo un espacio seguro en su caja de cartón. Le quiso comprar una jaula, pero el pájaro salió volando al día siguiente. Desde entonces vino cada semana a visitarla.

Ana creyó que finalmente tendría a quien contarle sus secretos, tenía más de cinco años encerrada en el departamento de su abuela. El auto encierro que se había dictado desde su primer episodio de agorafobia la tenía sin contacto hacia el exterior. La visita del pájaro le había dado un nuevo significado a su vida. 

En la segunda visita le trajo flores, pequeñas flores de color azul que el pájaro había cargado desde alguna parte de Sudamérica. Las prensó en un libro. Estaba tan emocionada que empezó un proyecto para trazar la ruta que el pájaro visitaba. Tomó una maleta del armario y empezó a prepararse. Tenía toda la intención de hacer el viaje una vez que tomara valor de salir de casa.

De la India le trajo un sueño: de colores, de olores de gente que hablaba de prisa y de corazones bondadosos. Desde ese día decidió que donde pasaría más tiempo sería en Delhi, tecleó en el Ipad “India” y maravillada de todo lo que vio en la pantalla decidió comprar un vuelo para marzo.

El pájaro vino por última vez con la foto de un isleño. Encontró en ese rostro el amor que no conocía, vio dibujadas las arrugas que se formaban por la sonrisa enorme de ese hombre. Sus cabellos revueltos le hicieron pensar que había dejado pasar mucho tiempo y que quería salir en un mes, correr a tocar los campos de flores de Brasil, caminar por los mercados de India afrontando su pánico a la gente y, finalmente, ir a la isla del Caribe donde seguro encontraría el amor.

Dio la vuelta, abrió la puerta. Tomó la maleta, dio un paso y finalmente acompañó al pájaro en su vuelo desde su ventana.

Foto de Udayaditya Barua
Texto inspirado en el Mapa de tu corazón de Mecano

Deja una respuesta