Padre

Padre:

Tu amor infinito me hace sentir única entre millones.

Tu presencia amorosa consuela mis aflicciones.

Tu espíritu conmueve mi ser.

Tu abrazo inmenso hace mis lágrimas correr.

Lágrimas de amor y compasión,

lágrimas que sanan mi corazón,

lágrimas que limpian mis ojos para ver la realidad

y activan mis sentidos para tu sueño de amor realizar.

Gracias, Padre, por siempre estar

y motivarme cada día a vivir y amar.

9 comentarios

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Muy hermoso poema, es realmente una bellísima oración. El sufrimiento nos permite sensibilizarnos y buscar amar con ese amor misericordioso con el que Él nos ama.

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