19 febrero 2022
Mi querido Mateo,
Hoy haces tu primera comunión. A lo mejor para ti es un evento que marca que ya eres un niño grande, o sientes que a partir de hoy tienes la posibilidad de hacer algo que antes no.
Aunque tú, como nosotros, no vas mucho a misa entiendes que recibir la hostia por primera vez es importante.
Yo a tu edad nunca analicé qué representaba, simplemente fui feliz al ponerme mi vestido de princesa y mi sombrero blanco, el único pero de ese día fue el corte de cabello que gracias al Tato lucimos tu mamá y yo, pero en general me sentía especial y hermosa. La gente me miraba con una sonrisa que decía que estaba formando parte de algo mayor.
Por eso te quise escribir estos renglones, porque a lo mejor tú, como yo, ahorita no comprendes muy bien qué significa este momento en tu vida.
No me considero religiosa y menos una buena católica pero puedo decir que, recibir la primera comunión es un momento íntimo entre tú y esa energía poderosa llena de amor que llamamos Dios —lo pongo en mayúsculas porque no me refiero a cualquier deidad inventada por el hombre deseoso de creer, sino a ese ser que lo percibamos o no siempre está fluyendo en nosotros desde el primer momento de nuestra existencia— fluye como río dentro de ti y hacia afuera. Se expande por medio de cada árbol, cascada y montaña para conectar contigo y a su vez envuelve al sol, planetas y cada galaxia que pueda existir en este universo. Es un Dios que cobija lo imperceptible, todo aquello que no puedes ver pero que aún así existe.
A través de este ritual católico estás aceptando de manera voluntaria que Jesús, como ser humano iluminado, existió y existe en ti. Dios, a través de Jesús, nos enseñó que todos tenemos la capacidad de desarrollar nuestro espíritu como él lo hizo. Cuando se dice que estamos hechos a imagen y semejanza no es solo por que deseamos ser como Jesús sino porque ya lo somos, sólo debemos aprender a iluminar y trabajar en nuestro interior comenzando por aceptar que todo lo que queramos que sea diferente en el mundo debe empezar en nosotros. Si no nos gusta como se comporta la gente, evitar enjuiciar, señalar o hablar mal, simplemente voltear a nuestro interior y corregir algo ahí, para que la luz que ya tenemos brille cada vez más.
Pero creo que lo más importante de todo es reconocer que Jesús se entregó a los demás, no poniéndose como mártir para que lo adoraran sino como defensor del amor y de la igualdad, aunque me meto en un tema complicado al hablar de igualdad, lo único que quiero que rescates es que al darnos a los demás estamos valorando la comunión con Dios porque somos individuos sólo de cuerpo pero en alma todos somos uno, así que lo que hagas por los demás lo estarás haciendo también por ti.
Una amiga muy querida una vez me dijo que la caridad no es solo dar dinero sino dar lo que hay en uno: escuchar cuando alguien está triste, dar tu tiempo a alguien más, no contribuir a la violencia del día a día. En fin, simplemente dar tu empatía, comprensión, apoyo y cariño más allá de tus seres queridos; es ahí donde en verdad demostramos lo que somos, cuando nos relacionamos en armonía y sin juicios con los extraños. Sé que es un trabajo difícil y pocos o casi nadie lo consigue pero con un granito que hagamos al día ya es algo.
Cuando tus primos hicieron su primera comunión yo era otra mujer, creo que la edad, los libros y las letras me han hecho más sensible. Así que estás palabras también van para ellos y para todos aquellos que estén dispuestos a revalorar su comunión. No importa si solo la hayamos practicado unas pocas veces. Creo que cada vez que estamos dispuestos a conectar con esa energía universal para trabajar en nosotros mismos también la hacemos.
Creo que ya me extendí y no quiero aburrirte así que me despido deseando con todo mi amor que disfrutes de este día pero, sobretodo que siempre encuentres la manera de ser feliz y sentirte realizado con cada momento que te toque vivir.
Esta vida es para llenarnos de experiencias y aprender a amar y a agradecer. Agradece siempre lo bueno pero más que nada agradece también lo malo porque es de ahí de dónde surgen las mayores transformaciones del espíritu y de la personalidad.
Que nada opaque ese brillo que te caracteriza. Se libre, vuela.
Tu tía que te ama,
Bish
4 comentarios
Añade el tuyo →Felicidades Denise me encanto. Ligero y a la vez profundo. Eso es la comunión.
Gracias por lee Maris. Me alegra mucho que te gustara.
Me gusto mucho, gracias por compartir tus sentimientos. Gracias por llenar a Mateo de ese amor Divino . Te amo Nonna Male
Gracias por leer tía! Te amo